Thursday, 8 August 2019
¿Por qué son más mediáticas unas muertes que otras?
¿Por qué son más mediáticas unas muertes que otras?
x Miguel Alejandro Rivera: Los medios burgueses cubren a lo grande los asesinatos masivos cometidos por un supremacista blanco en EEUU, pero silencian las muertes en el resto del mundo
La semana pasada se registraron dos hechos violentos en el continente africano, y esto sólo por mencionar algunos de decenas que suceden allí a diario. En la población de Nganzai, Nigeria, el grupo terrorista Boko Haram asesinó al menos 65 personas que se encontraban en un cortejo fúnebre; por otro lado, en Maiwut, Sudán del Sur, un grupo de rebeldes asesinaron a 11 civiles. El seguimiento enloquecido de los medios internacionales nunca se presentó, porque parece que en el mundo hay seres humanos que son prioridad, países que son prioridad, y otros que simplemente da igual lo que pase con ellos.
Este fin de semana fueron tres los tiroteos en los EEUU: uno en El Paso, Texas, que dejó 20 muertos y al menos 26 heridos, y otro en Dyton, Ohio, en el que se registra la muerte de nueve personas. A estos dos le podemos sumar incluso el que sucedió hace unos días en Gilroy, California, donde tres personas murieron, entre ellas un niño de 6 años, y doce más fueron heridas.
Y a esto últimos sí los grandes medios de información han dado un seguimiento tremendo, porque estos crímenes ocurrieron en los EEUU. En cuestión de horas, a veces minutos, en las redes ya circulan las fichas de quién era el tirador, por qué lo hizo, si era supremacista, a qué escuela iba… En fin, toda la ficha del criminal, cuando en los atentados que se viven en África, por ejemplo, a duras penas podemos tener un contexto histórico de lo que sucede.
Y pasa que en los EEUU es muy sencillo desentrañar los móviles de atentados como los que se vivieron en estos días; a veces basta con el sentido común: tienes un presidente racista como lo es Donald Trump, lo que ha empoderado a sujetos que enarbolan discursos de odio y discriminación; tienes una cultura de entretenimiento basada en la violencia: videojuegos, series de televisión, películas; tienes un sistema legal que te permite adquirir armas de fuego en cualquier tienda, a veces hasta en los supermercados venden rifles, casi que junto a las zanahorias.
Pero en África, las causas, los actores, la historia, todo es más complejo. ¿Será por eso que Occidente quiere ignorarlo, porque sabe que tiene la culpa? Para empezar, el continente africano era uno antes y fue uno después de la Conferencia de Berlín (1885), donde las grandes potencias como Alemania, Francia, los EEUU, Bélgica, Gran Bretaña, pusieron las reglas de cómo se haría el reparto de las rutas comerciales y los territorios africanos.
Ya a inicios del siglo XX, dichas naciones marcaron a placer las fronteras que no sólo dividirían a los “nuevos estados” africanos, sino también romperían el vínculo territorial entre tribus hermanas que ahora, para comerciar o convivir, necesitaban pasaporte, y por otro lado, unirían en el mismo territorio a tribus que ancestralmente habían sido enemigas. Así de sencillo: ¿cómo diablos no habría ataques, guerras, genocidios hasta nuestros días?
El más sonado de estos eventos sangrientos sucedió en Ruanda, 1994, cuando la tribu hutu, en ese momento en el poder, masacró a cientos de miles de miembros de la tribu tutsi; sin embargo, esto sigue: el 22 de julio hombres armados asesinaron a 19 personas en Mogadiscio, Somalia; en junio, un ataque suicida dejó 30 muertos en Nigeria; a mediados de mayo, seis personas murieron en Burkina Faso tras el ataque a una iglesia católica… Y así podríamos seguir.
Pese a que sucedan donde sucedan, estos tiroteos, asesinatos o atentados contra la población son terribles, reprobables y tristes; ante la tragedia habría que preguntarnos por qué las muertes de ciertos seres humanos nos son más trascendentes que otras. ¿Cercanía geográfica, preponderancia de la cultura occidental, mediatización del mensaje? O simplemente la pregunta es: ¿hay categorías de personas en el mundo y unas valen menos que otras?
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