¿Emigrar a Canada? Piensalo dos veces
¿Qué es el
racismo?
Nuestra obligación
es denunciar: desde finales de los años 70 del siglo pasado, la comunidad
fue tomada y gobernada por un grupillo de autodenominados comunistas y socialistas,
quienes se vanagloriaban haber huido del
caos político que afectaba en esos años Latinoamérica. Al igual que los Nazis que tomaron refugio en este país, para realizar experimentos psiquiátricos en
centenares de miles de niños abandonados en orfelinatos de la provincia de
Quebec. La mayoría de inmigrados que venían fugando de la “Operación Condor,”
se reagruparon en este país, para organizar con el gobierno provincial y
autoridades, la “Excursión Falcon.” Este
acto de violencia delictiva por parte del estado, con la ayuda de profesionales pancistas de Latinoamerica, consistía en controlar
toda una comunidad con dinero solventado por el estado. Por décadas se
afianzaron en sus trabajos de servir al gobierno y fuerzas represivas de este país, colaborando
en la persecución, tortura, y encarcelamiento, de sus hermanos Latinoamericanos.
Pruebas de estos crímenes reposan en registros privados
y archivos nacionales. ¿Qué es el
racismo?
El racismo es una forma de discriminación centrada en diferencias
biológicas, reales o imaginarias, que se hacen extensivas a signos o
indicadores culturales o religiosos. Constituye una
ideología que apeló a la biología para establecer relaciones jerarquizadas de desigualdad entre comunidades hermanas. Algunos autores
han señalado que hay múltiples formas en que el racismo es manifestado y
reconocido como tal y, por ese motivo, es que se podría hablar de muchos
“racismos” en plural (Segato, 2006). Sin embargo, podemos distinguir de manera general, a un único
fenómeno histórico surgido en el seno de la sociedad occidental y expandida
al resto del mundo como ideología. (Zaffaroni,
1997; Taguieff, 1998).
Como corriente de pensamiento, el racismo
surgió en Occidente y tiene
aproximadamente doscientos años desde su conformación, de ahí que se lo defina
comúnmente como fenómeno de la modernidad.
Entendemos, por
tanto, al racismo como un fenómeno fundamentalmente social y moderno, como un conjunto de ideologías,
pre-conceptos, estereotipos y prejuicios que tienden a segmentar al conjunto
humano en supuestos grupos que tendrían características comunes entre sí (y jerarquizarles entre los distintos grupos de las mismas
comunidades), cuya explicación radicaría en una supuesta herencia
genética.
Podemos incluso agudizar la definición y afirmar que el
racismo moderno tiene una fuerte impronta europeísta, siendo que Europa
occidental le dio origen en un contexto de expansionismo capitalista.
Aunque existen otros tipos de racismo en otras
muchas partes del mundo, la forma de racismo más corriente e históricamente
devastadora ha sido el racismo europeo contra los pueblos no europeos. (Van Dijk, 2007)
Comprendemos
entonces a las distintas expresiones de racismo en nuestro país como resultado
de la globalización e importación de paradigmas y valores racistas propios de
la cultura occidental hegemónica impartida históricamente desde Europa. (Zorrillos oportunistas en una sociedad diferente a la
nuestra)
Como fue
mencionado en la introducción, podemos descomponer al racismo en diferentes
dimensiones. La primera dimensión refiere a los mecanismos mentales que
implican los prejuicios y estereotipos propios de la discriminación expuestos
más arriba. En cuanto a los sentimientos, mencionamos especialmente la
sensación de rechazo, miedo y amenaza, incluso odio 1. Otra dimensión es la de las actitudes
racistas, entre las cuales señalamos como características a la intolerancia y
la estigmatización (otro tipo de actitudes pueden ser de tipo opinión o
creencia). Asimismo, las actitudes se ven plasmadas en el nivel de las prácticas
discriminatorias, las cuales van desde
el discurso, la indiferencia, los insultos, hasta las golpizas y matanzas.
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