Cada año, decenas de millones mueren por la más elemental falta de su pan de cada día.

                                        El cartel mundial de la comida: instrumento para la hambruna 

Detrás de las noticias - por Sam Parker - El aparato de control El control de los alimentos para su uso como arma es una práctica antigua. La Casa de Windsor heredó ciertas rutas e infraestructura. Se encuentra la práctica en la antigua Babilonia / Mesopotamia hace 4.000 años. En Grecia, los cultos de Apolo, Deméter y Rea-Cibeles a menudo controlaban el envío de cereales y otros productos alimenticios a través de los templos. En la Roma imperial, el control del grano se convirtió en la base del imperio. Roma era el centro. Las colonias periféricas conquistadas en Galia, Bretaña, España, Sicilia, Egipto, África del Norte y el litoral mediterráneo tuvieron que enviar grano a las familias nobles romanas, como impuestos y tributo. A menudo, el impuesto a los cereales era mayor de lo que la tierra podía soportar y, por ejemplo, zonas del norte de África se convertían en tazones de polvo.

 La malvada ciudad-estado de Venecia se apoderó de las rutas de los cereales, especialmente después de la Cuarta Cruzada (1202-04). Las principales rutas comerciales venecianas del siglo XIII tenían sus terminales orientales en Constantinopla, los puertos de Oltremare (que eran las tierras de los Estados cruzados) y Alejandría, Egipto. Las mercancías de estos puertos se enviaban a Venecia y desde allí subían por el valle del Po hasta los mercados de Lombardía, o pasaban por los pasos alpinos hasta el Ródano y Francia. Finalmente, el comercio veneciano se extendió al imperio mongol en el este.

 En el siglo XV, aunque Venecia todavía era en gran medida un imperio mercantil, había franquiciado parte de su grano y otros intercambios al poderoso ducado de Borgoña, cuya sede efectiva era Amberes. Este imperio, que abarca partes de Francia, se extendió desde Ámsterdam y Bélgica hasta gran parte de la actual Suiza. A partir de este nexo veneciano-lombardo-borgoñón, cada una de las seis principales empresas de cereales del cartel de alimentos se fundó o heredó una parte sustancial de sus operaciones en la actualidad. 

 En los siglos XVIII y XIX, las compañías británicas del Levante y las Indias Orientales habían absorbido muchas de estas operaciones venecianas. En el siglo XIX, Baltic Mercantile and Shipping Exchange, con sede en Londres, se convirtió en el principal instrumento mundial para la contratación y el envío de cereales. 

De diez a 12 empresas fundamentales, con la asistencia de otras 3 docenas, gestionan el suministro de aentos del mundo. Son los componentes clave del cartel anglo-holandés-suizo-estadounidense, que se agrupa en torno a las 2 familias. Dirigido por las seis principales empresas de cereales, este cártel de alimentos y materias primas tiene un dominio absoluto sobre los cereales y el suministro de cereales del mundo, desde el trigo hasta la avena y el maíz, desde la cebada hasta el sorgo y el centeno. Pero también controla la carne, los lácteos, los aceites y grasas comestibles, las frutas y verduras, el azúcar y todas las formas de especias.

                                        Hoy, la guerra alimentaria está firmemente bajo el control de Londres y Nueva York.

 Cada año, decenas de millones mueren por la más elemental falta de su pan de cada día. Este es el resultado del trabajo del cartel BAC. Y, a medida que el colapso financiero en curso borra el papel financiero especulativo hinchado, la oligarquía se ha movido hacia el acaparamiento, aumentando sus existencias de alimentos y materias primas. Está preparado para aplicar un torniquete a la producción de alimentos y suministros de exportación, no solo a las naciones pobres, sino también a las naciones del sector avanzado.

 Hoy, la guerra alimentaria está firmemente bajo el control de Londres y Nueva York. Las empresas de alimentos de hoy se crearon al tener una sección de este antiguo conjunto de redes de alimentos e infraestructura mesopotámica-romana-veneciana-británica tallada para ellas.

 La oligarquía ha construido un cártel único e integrado de materias primas, con tres divisiones: energía, materias primas y suministros alimentarios cada vez más escasos. 

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