Tuesday, 18 November 2025

Canadá, el infierno viviente que desconoces, “una prisión monstruosa en la que elegimos vivir”

 “Nadie es inmune a la adicción; afecta a personas de todas las edades, razas, clases sociales y profesiones.” – Patrick J. Kennedy

El lucro multimillonario de las multinacionales farmacéuticas        Por Sergio Ferrari | 18/11/2025 | Economía

Fuentes: Rebelión

El control empresarial de los medicamentos y las patentes que los protegen conspira, en muchos casos, contra el derecho a la salud de las personas enfermas. La multinacional farmacéutica Roche y sus productos contra el cáncer de seno ejemplifican esta antinomia.

Una investigación reciente sobre cuatro medicamentos contra el cáncer de mama producidos por esta multinacional con sede en Basilea, Suiza, revela que, 27 años después del inicio de su comercialización, cerca de 100 patentes siguen protegiéndolos a exclusividad. Nada menos que un compacto instrumento de blindaje que le ha generado ventas superiores a los 156 mil millones de francos suizos (192 mil millones de dólares), asegurándole así el monopolio en esta especialidad hasta 2042.

El Herceptin, uno de los principales éxitos de venta de Roche desde su lanzamiento a fines de la década de 1990 –primero en Estados Unidos y luego en Europa–, se prescribe para una forma particularmente agresiva de cáncer de mama que afecta a más de 400.000 personas cada año en todo el mundo. En combinación con otros tres fármacos derivados (Perjeta, Kadcyla y Phesgo), Herceptin le ha asegurado a Roche un control casi absoluto del mercado. El principio activo de estos fármacos son el trastuzumab y el pertuzumab, dos tipos de anticuerpos monoclonales que actúan uniéndose a la proteína HER2 en las células cancerosas para detener su crecimiento y ayudar al sistema inmunitario a destruirlas.

¿Calidad médica o monopolio?

El informe que acaba de publicar la Organización No Gubernamental suiza Public Eye (Mirada Ciudadana) trata de responder a una pregunta esencial: ¿Cómo se explica tal longevidad de este medicamento biológico y su multimillonaria rentabilidad en un mercado farmacéutico altamente competitivo?  Si bien el Herceptin significó un avance para el tratamiento de este tipo de cáncer, la razón principal de su éxito, según el informe de Public Eye, se debe a que “utilizó y abusó de diversas tácticas para extender su monopolio y retrasar [así] la competencia tanto como fuese posible”.

Un fármaco se considera “biológico” cuando se fabrica a partir de células u organismos vivos, un proceso más complejo y oneroso que el de los fármacos convencionales, elaborados con sustancias inertes. De allí el mayor número de patentes. El gran problema con estas patentes de producción es que dificultan el desarrollo y la comercialización de medicamentos genéricos o biosimilares. El estudio que acaba de divulgar Public Eye identifica 183 patentes concedidas a Roche en Estados Unidos y 95 en Europa. A fines de septiembre de 2025 seguían vigentes 100 de las primeras y 64 de las segundas. Por otra parte, a ambos lados del Atlántico ya se están procesando otras 20 solicitudes de patentes de Roche, un gigante entre gigantes con más de 100 mil empleados en un centenar de países.

La investigación de Public Eye no fue fácil porque carecía de un inventario previo. Para elaborar la lista de las patentes relacionadas con trastuzumab y pertuzumab, sus investigadores se basaron en documentos judiciales, autoridades reguladoras, oficinas nacionales de patentes y la propia Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), así como en artículos científicos y otras publicaciones. “Debido a la dificultad de reconstruir una visión tan completa”, admite el informe final, “es posible que la lista real de patentes de Roche para estos tratamientos sea aún más extensa” (https://www.publiceye.ch/fr/thematiques/pharma/prix-des-medicaments-des-brevets-abusifs-comme-remparts-contre-la-concurrence/brevets-abusifs-de-la-pharma-roche-ou-lempire-du-mab).

El diabólico mecanismo de las patentes

Una patente es un derecho exclusivo que se le concede al titular o propietario de una invención. Por lo tanto, nadie más puede reproducirla ni comercializarla legalmente en aquellos países donde se haya otorgado. Para ser patentable, una invención debe cumplir tres requisitos: ser “novedosa”, en el sentido de ser la primera en su género; realmente “inventiva”, o de una creatividad original, y totalmente utilizable, es decir, de aplicación industrial con el propósito con que se concibió y diseñó. En el sector farmacéutico existen dos tipos de patentes: las primarias, que protegen la estructura molecular de un fármaco, y las secundarias, que amparan las modificaciones de ese mismo fármaco ya patentado. En la práctica, estas últimas prolongan artificialmente su periodo de exclusividad.

La prolongación de exclusividad se asegura y protege, fundamentalmente, mediante una “jungla de patentes”, es decir, numerosas patentes a la vez. Si éstas se registran escalonadamente a lo largo del tiempo, el monopolio de un producto puede superar ampliamente los 20 años estipulados por el derecho internacional, como ha ocurrido y sigue ocurriendo con trastuzumab y pertuzumab.

Solo el 5% de las patentes de Roche para estas dos moléculas son primarias. El 95% restante tiene que ver con patentes secundarias que blindan un proceso de fabricación (40%); formulaciones, dosis o métodos de administración (30%); métodos de empleo (13%), o combinaciones con otras sustancias activas (12%). Conocida en inglés como “evergreening”, esta estrategia de modificaciones menores para acumular abusivamente patentes secundarias es práctica común en la industria farmacéutica. Roche en Estados Unidos, por ejemplo, ha gestionado 16 patentes secundarias para trastuzumab y pertuzumab, todas con títulos idénticos. Trece de esas patentes fueron aprobadas. 

Como lo documenta Public Eye, aun cuando estas patentes secundarias no protegen la sustancia activa, que permanece inalterada, de todos modos, saturan las oficinas de registros oficiales de patentamiento, obligándolas a realizar numerosos exámenes. Circunstancias que extienden el monopolio de un fármaco y además aumentan el riesgo de patentes otorgadas con demasiada facilidad debido a la acumulación de solicitudes. 

Otra estrategia frecuentemente utilizada por las multinacionales farmacéuticas para prolongar el monopolio de uno de sus productos consiste en lanzar una nueva versión cuando su patente está a punto de expirar. Tal como ha ocurrido con los fármacos de Roche para el cáncer de seno. Poco antes de que expiraran las patentes de Herceptin, Roche cambió el método de administración de intravenoso a subcutáneo y de ese modo consiguió varias licencias secundarias. Si bien esta nueva manera de administrar un producto existente es más práctica y quizás menos costosa, Public Eye se pregunta: ¿Justifica esta modificación la extensión de un monopolio de alto precio por otros 20 años?

La introducción de Perjeta y Phesgo 14 y 22 años después del Herceptin, respectivamente, le permitió a Roche –hoy la mayor empresa biotecnológica del mundo– extender su monopolio hasta 2042 en Estados Unidos y 2039 en Europa. Si se tiene en cuenta que la primera licencia de Roche para Herceptin data de 1992, el monopolio de este producto ya tiene 50 años en Estados Unidos y 47 en Europa. Mucho más del doble de los 20 años estipulados por el acuerdo sobre derechos de propiedad intelectual para el comercio de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Gracias a estos mecanismos, Roche ha podido imponer precios exorbitantes sobre sus medicamentos para el tratamiento del cáncer de mama HER2. Ni siquiera en Suiza, su cuna y sede corporativa, Roche ha dudado en presionar a las autoridades nacionales para imponer sus precios. En 2014, insatisfecha con el precio fijado por la administración federal, Roche removió Perjeta de la lista de medicamentos cubiertos por el seguro médico obligatorio, chantaje que le resultó exitoso cuando un año después lo reintrodujo con un precio más alto. En 2025, señala Public Eye, Roche repitió esta estrategia con otro de sus fármacos oncológicos, Lunsumio. Al día de hoy, este fármaco aún no figura en la lista de medicamentos cubiertos por el seguro médico.

Contra este mecanismo monopólico

Las críticas no solo provienen de organizaciones no gubernamentales, movimientos sociales, redes internacionales y países del Sur Global (como Sudáfrica e India, entre otros), sino también de la misma Naciones Unidas. En 2013, tres organizaciones del sistema onusiano publicaron un primer documento común reivindicando salud para todos. Reconocieron allí el derecho al acceso a los medicamentos, aunque no criticaron frontalmente el sensitivo asunto de las patentes porque sabían que eso los confrontaría directamente contra un gran poder mundial como lo es la industria farmacéutica ( https://www.who.int/es/news/item/05-02-2013-who-wipo-wto-release-study-on-health-innovation-and-access-to-medicines).

Desde entonces hasta el presente, el tema del control monopólico de los medicamentos fue ocupando un lugar más importante en la agenda de Naciones Unidas. La pandemia y el acceso a las vacunas y medicamentos contra el COVID lo convirtió en un debate de proporciones planetarias, atizado además por cifras sobre el grave problema de la exclusión de beneficios. Según la OMS, casi 2 mil millones de personas en el mundo carecen de acceso regular a medicamentos esenciales (https://www.emro.who.int/fr/essential-medicines/strategy-access/).

Este año, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos elaboró un informe sobre el acceso a la salud para todas las personas. Debatido en la reunión de junio-julio del Consejo de Derechos Humanos, su informe incorpora un análisis de las buenas prácticas y los principales desafíos sistémicos y afirma “un enfoque basado en los derechos humanos para garantizar el acceso a los medicamentos, las vacunas y otros productos sanitarios como parte de la realización del derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental” (https://docs.un.org/es/A/HRC/59/29).

Su última recomendación, aunque edulcorada por un vocabulario típicamente diplomático, propio de muchos de los documentos oficiales de Naciones Unidas, va dirigida a las empresas farmacéuticas. Les pide que respeten el derecho de todas las personas a los medicamentos, las vacunas y otros productos sanitarios necesarios e insiste en el concepto de diligencia debida, un mecanismo que busca minimizar el riesgo de decisiones mal tomadas. En términos generales, se trata de la obligación empresarial de actuar con el cuidado razonable necesario para evitar daños a terceros o cumplir con las normativas, obligación que se extiende a “políticas y prácticas empresariales en materia de investigación y desarrollo, fijación de precios, gestión de la propiedad intelectual, distribución y transferencia de tecnología, entre otras cosas”.

En resumidas cuentas: muchos discursos y propuestas que pretenden resolver dramas, sin lograrlo. En varios países de bajos ingresos de África y Asia, más de la mitad de la población no tiene acceso a medicamentos esenciales. En naciones en desarrollo, donde se estima que 42 millones de personas padecen VIH/SIDA, los tratamientos antirretrovirales que salvan vidas solo están disponibles para 300.000 de los 5 a 6 millones que hoy los necesitan. Se trata de una paradoja sin respuesta de un sistema sanitario internacional donde las cifras estratosféricas de las ganancias de la industria farmacéutica esconden la realidad de casi un tercio de la población mundial carente de los medicamentos esenciales.

Fuentes: Rebelión

Wednesday, 12 November 2025

Canadá, el infierno viviente que desconoces, “una prisión monstruosa en la que elegimos vivir”

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 La izquierda frente a los desafíos de la Super-Inteligencia Artificial Cuántica

Estamos viviendo un momento de gran confusión, de desconcierto, de incertidumbres múltiples. No hablo solo del momento geopolítico tan brutalista y repulsivo que nos está tocando vivir. No. Hablo de lo que nos está pasando en nuestra vida diaria de militante, de académico, de intelectual, de activista, de persona de izquierda comprometida con el deseo de construir, cada cual a su nivel, un mundo mejor, más igualitario, más justo y solidario.

Estamos en un período de increíble imprevisibilidad. De odio, de indignidad, de brutalidad, repito. Nos cuesta entender. Nuestras herramientas conceptuales se revelan, en parte, obsoletas. Nos cuesta explicar lo que nos está pasando.

Con prudencia, quizás pudiéramos avanzar que una de las causas de este pasmo actual es la nueva gran ruptura tecnológica que estamos viviendo y que, una vez más, está desbaratando el modelo de comunicación dominante —el de las redes sociales— al que ya nos estábamos acostumbrando para el bien y para el mal.

Como lo he dicho a menudo : toda gran ruptura en el ámbito de la comunicación acarrea —i-ne-vi-ta-ble-mente— disfuncionamientos y rupturas en el orden de las sociedades. Y pone en crisis un valor fundamental : la libertad.

Pensemos simplemente en los cambios decisivos de todo tipo que provocó la invención de la escritura ; o la expansión de la imprenta ; o la irrupción de Internet…

Mi tesis es que estamos viviendo uno de esos grandes cortes disruptivos y que debemos estar listos para enfrentarlo. Porque una vez más de lo que se trata es de dar la batalla por nuestros valores y nuestras libertades.

I. ¿QUÉ ESTÁ PASANDO?

El 7 de octubre pasado, el Premio Nobel de Física 2025 le fue concedido a tres científicos —John Clarke, Michel H. Devoret y John M. Martinis— por haber llevado a escala humana uno de los fenómenos más extraños del mundo cuántico: el efecto túnel.

El túnel cuántico ocurre cuando una partícula atraviesa directamente una barrera que, según la física clásica, sería infranqueable. Es como lanzar una pelota contra una pared y verla aparecer intacta al otro lado, sin que la pared ni la pelota sufran el menor daño. Este fenómeno, que está en la base del funcionamiento de los transistores —esos diminutos mecanismos que hacen posible, integrados en los microprocesadores, los algoritmos de la inteligencia artificial—, suele desvanecerse en sistemas más grandes. Por eso no vemos personas atravesando paredes en la vida cotidiana.

Sin embargo, en una serie de experimentos realizados en la Universidad de California, Berkeley, entre 1984 y 1985, Clarke, Devoret y Martinis demostraron que el efecto tunel podía manifestarse a escalas mayores. Los tres investigadores diseñaron circuitos electrónicos basados en superconductores, materiales capaces de conducir la corriente eléctrica sin resistencia.

Al emplear la superconductividad —otra de las propiedades más sorprendentes de la física moderna—, estos tres científicos mostraron cómo, bajo ciertas condiciones, la naturaleza puede romper de nuevo las reglas del sentido común y dar lugar a propiedades emergentes imposibles de explicar con una lógica simple de causa y efecto lineal, sino que solo tienen explicación cuando se tienen en cuenta los efectos cuánticos colectivos de millones de átomos.

Con estos descubrimientos, la física empezó a domesticar las rarezas del mundo cuántico (que cumple un siglo este año) y a convertirlas en herramientas tecnológicas. Eso sentó las bases de los actuales avances en computación cuántica. No por casualidad, tanto Devoret como Martinis han trabajado en los ordenadores cuánticos de Google, cuyos chips cuánticos se basan en los descubrimientos de estos científicos.

De hecho, la mayoría de los desarrollos actuales de procesadores y computadoras cuánticas de tipo comercial que fabrican Google, IBM, Microsoft y otras empresas electrónicas, están basados en circuitos cuánticos electrónicos superconductores hechos a partir de lo que desarrollaron Clarke, Devoret y Martinis.

Con sus descubrimientos, los tres nuevos Premios Nobel sentaron las bases de la llamada segunda revolución cuántica, o sea, la transición de la comprensión de las leyes cuánticas a su explotación para crear tecnologías radicalmente nuevas.

Los ordenadores cuánticos -aún en proceso de desarrollo y aún en fase experimental, pero ya existentes– son máquinas capaces de resolver tareas muy complejas en muy poco tiempo. Por ejemplo, el equipo del Prof. Martinis publicó -en la revista Nature– un gran avance. Su computadora cuántica de apenas unos cien cubits superó a la supercomputadora convencional más capaz del mundo. Resolvió una tarea en 200 segundos, cuando la supercomputadora convencional hubiera necesitado 10.000 años…

La computación cuántica permite, en particular, la ejecución de modelos avanzados de aprendizaje automático o de modelos extensos de lenguaje, indispensables para desarrollar la Super-Inteligencia artificial... De tal modo que la combinación de la computación cuántica y la inteligencia artificial optimiza los procesos de aprendizaje y genera nuevos algoritmos. 

La unión de la inteligencia artificial y la computación cuántica está transformando radicalmente las tecnologías de la información y de la communicación (TIC) al permitir que volúmenes gigantescos de datos sean analizados y procesados con mayor eficiencia en un tiempo mínimo.

La Super-Inteligencia Artificial CuánticaIA Cuántica– se define como un campo emergente de la tecnología que combina la superpotencia de la computación cuántica con las funciones cada día más espectaculares de la inteligencia artificial. Algunos analistas comparan este desafío con el «proyecto Manhattan» lanzado en secreto, en 1942, en Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial, para poner a punto la bomba atómica.

Recordemos que, el año pasado, dos científicos —el estadounidense John J. Hopfield y el británico Geoffrey E. Hinton— ganaron el Premio Nobel de Física 2024 por sus trabajos fundacionales en redes neuronales artificiales, que son la base del aprendizaje automático y de la inteligencia artificial moderna. Sus descubrimientos e invenciones han permitido crear sistemas informáticos capaces de memorizar y aprender de los datos para mejorar y acelerar la puesta a punto de patrones de la Inteligencia Artificial generativa.

II. EN COMPETICIÓN CON LA INTELIGENCIA HUMANA

La IA generativa es la gran revolución tecnológica y comunicacional de este momento. Es capaz de producir textos, imágenes, vídeos o audios a partir de una serie de instrucciones del usuario. Se apoya en el aprendizaje profundo (deep learning). Se trata de una estrategia dentro del campo de la IA que ha ganado relevancia en la última década y que consiste en aplicar algoritmos sobre gigantescas bases de datos para que extraigan patrones (modelos) con los que hacer predicciones o tomar decisiones. Como sabemos, la IA aprende de los datos. Los datos se han convertido en la materia prima estratégica de nuestro tiempo.

Los entrenamientos de aprendizaje se construyen en base a las redes neuronales artificiales. Al igual que el cerebro humano está construido con 86 mil millones de neuronas que realizan billones de conexiones entre ellas, una red neuronal artificial está construida a base de los miles de nodos de red que se conectan entre sí.

La IA está en competición con la inteligencia humana. Y ha ido franqueando barreras. Primero se pensaba que la IA nunca podría derrotar a una mente humana en el juego de ajedrez, por la complejidad y la creatividad de este juego. Pero el 11 de mayo de 1997, la computadora Deep Blue, de IBM, derrotó al campeón del mundo Garry Gasparov.

Luego se dijo que la IA nunca derrotaría a la inteligencia humana en el Juego de Go, por la excepcional complejidad de éste. Hasta que, el 12 de marzo de 2016, el programa AlphaGo, de la filial DeepMind de Google, derrotó al campeón del mundo de Go, el sudcoreano Lee Sedol.

Y ahora se cree que la IA podría incluso ganar un Premio Nobel de Física en menos de diez años… Porque, en principio, no hay problema para que una máquina diseñe a otra máquina, un sistema genere otro sistema, y así sucesivamente hasta que la primera contribución humana no sea más que un lejano recuerdo…

La IA Cuántica está reduciendo grandemente el tiempo de entrenamiento automático, el llamado aprendizaje profundo (deep learning) para comprender y generar lenguaje humano de forma natural.

Estos modelos son capaces de realizar tareas como responder preguntas, traducir, resumir, escribir códigos y generar incluso contenidos creativos a partir de las instrucciones que reciben. La diferencia principal con otros modelos es su gran tamaño, que les permite capturar matices complejos del lenguaje. Hasta hace poco se necesitaban meses o semanas para obtener ese entrenamiento. Actualmente ya solo se necesitan minutos para crear nuevos asistentes de IA altamente especializados en diferentes temas complejos, técnicos o incluso experimentales ; y para que éstos —devenidos chatbots— respondan de forma instantánea.

Uno de los desarrollos más esperados es la creación de nuevos algoritmos que, apoyados en la computación cuántica, redefinan -repito- los modelos de Inteligencia Artificial vigentes.

Del mismo modo que la introducción de las Unidades de Procesamiento Gráfico (GPU) supuso el despegue de la IA moderna, la computación cuántica abrirá la puerta a diseños revolucionarios y desconocidos hasta ahora. Y provocará una aceleración espectacular de la robóticaen muchos ámbitos (comunicación, finanzas, medicina, construcción mecánica, industrias militares, artes, investigación, predicción meteorológica).

Cuando se multipliquen los nuevos algoritmos cuánticos, cambiará radicalmente la IA actual. No solo serán algoritmos más rápidos, sino que aprovecharán ventajas propias del hardware cuántico. Y eso está sucediendo AHORA. Estamos viviendo una nueva gran ruptura tecnológica semejante a lo que representó, en 1989, la invención de la Web, el Internet moderno.

III. IMPERIOS TECNOLOGICOS Y ALIANZAS ESTRATÉGICAS

En ese sentido,el 22 de septiembre de 2025, las empresas del alta tecnología NVIDIA y OpenAI anunciaron la firma de una carta de intención para establecer una alianza estratégica histórica con el fin de implementar al menos 10 gigavatios de sistemas de nuevos microprocesadores NVIDIA para la infraestructura de IA de última generación de OpenAI, destinados a entrenar y operar su próxima generación de modelos, como paso previo a la implementación de la superinteligencia artificial. Conviene recordar que los nuevos microprocesadores de Nvidia, los Blackwell (cuya exportación a China está prohibida por el presidente Donald Trump), ya poseen un rendimiento computacional entre cien y mil veces superiores a los demás procesadores digitales de última generación…

Por otra parte, ¿qué significa «10 gigavatios de sistemas IA«? Un gigavatio (GW) es una unidad de potencia que equivale a 1.000 megavatios, o a mil millones de vatios. Un solo gigavatio es capaz de aportar energía a más de 700.000 hogares. El gigavatio suele ser utilizado como unidad en plantas o redes eléctricas de gran magnitud. Por mencionar un ejemplo, la Presa de las Tres Gargantas, en China, considerada como la planta hidroeléctrica más grande del mundo, posee una capacidad instalada de 22,5 GW. El acuerdo Nvidia- OpenAI supone pues casi la mitad de la energía producida por la presa de la Tres Gargantas…

Como respaldo a esta implementación, que incluye el centro de datos y la capacidad energética, NVIDIA tiene previsto invertir hasta 100 000 millones de dólares en OpenAI conforme se vayan implementando los nuevos sistemas NVIDIA. La primera fase está prevista para la segunda mitad de 2026.

Nvidia es el rey de los mejores chips de IA. Es la mayor compañía del mundo por capitalización bursátil, su capitalización bursátil alcanza (en octubre de 2025) 4,2 billones de dólares (o sea, 4,2 millones de millones de dólares), cuota jamás alcanzada por otra empresa.

OpenAI es la creadora del popular ChatGPT. La empresa de inteligencia artificial OpenAI ha firmado durante este año compromisos por aproximadamente un billón de dólares para asegurar la capacidad computacional necesaria para operar sus modelos de IA.

La IA se está convirtiendo en clave para las tecnológicas, pero también está forzando a estas empresas a llevar a cabo multimillonarias inversiones. A lo largo del verano pasado, los «7 Magníficos» : Microsoft, Meta, Alphabet, Amazon, Apple, Oracle y Tesla han anunciado un aumento de la inversión, que podría rondar los 400.000 millones de dólares anuales.

Estos acuerdos han provocado reacciones espectaculares en Wall Street. El valor de mercado de Oracle, por ejemplo, saltó a 244.000 millones de dólares después de que su acuerdo con OpenAI se hiciera público el mes pasado. Las acciones de AMD subieron casi un 24%, aumentando su capitalización de mercado en 63.000 millones de dólares. Las acciones de Nvidia han aumentado de 3.000% desde 2020.

Las masas de dólares invertidas son tan enormes que la especulación financiera se ha desbocado. Y muchos analistas temen que se esté constituyendo una «burbuja AI» y que su estallido cause una crisis financiera semejante a la que produjo el estallido de la «burbuja Internet» en el año 2000.

En todo caso, OpenAI y sus socios apuestan por un crecimiento exponencial continuo del uso de IA. La empresa espera multiplicar sus ingresos actuales en 12.000 millones de dólares en los próximos años lanzando nuevos productos y duplicando el número de suscriptores de pago en ChatGPT.

Los gigantes de la Silicon Valley están invirtiendo miles de millones de dólares en equipos dotados de IA. Las empresas están aprendiendo a utilizar esos equipos a marchas forzadas porque saben que se juegan su porvenir y su sobrevivencia.

Actualmente, en EEUU, toda empresa sospechosa de no adoptar rapidamente la IA es atacada en Bolsa, como lo fue Accenture -multinacional de servicios profesionales que ofrece consejos de gestion y de uso de tecnología a empresas del mundo entero -tiene unos 780.000 empleados en unos 50 países- cuya acción ha perdido el tercio de su valor desde principios de año.

IV. LA MADRE DE TODAS LAS TECNOLOGÍAS

Recordemos que ChatGPT se lanzó el 30 de noviembre de 2022, o sea hace apenas tres años.Y hoy, ChatGPT ha alcanzado 800 millones de usuarios activos cada semana, situándose como uno de los productos de inteligencia artificial más utilizados en el mundo. Este crecimiento exponencial, refleja el interés cada vez mayor por la Inteligencia Artificial conversacional.

A pesar de toda esta montaña de centenares de miles de millones de dólares de inversión en las tecnologías de IA en Estados Unidos, hay que recordar que en China, DeepSeek sorprendió al mundo, en enero 2025, con su agente R1 de IA y chatbot, con una inversión mínima realizada por una pequeña empresa… Fue lo que se llamó «el momento Sputnik» de la Inteligencia Artificial…

Solo dos países en el mundo dominan las tecnologías de la inteligencia artificial : Estados Unidos y China. En esta carrera no participan ni Rusia, ni Japón, ni el Reino Unido, ni la Unión Europea… Y existe una rivalidad tecnológica abierta entre Washington y Beijing sobre quien dominará finalmente la IA, la madre de todas las tecnologías.

Donald Trump prohibe, como dijimos, la exportacion a China de semi-conductores y chips de última generación. Y Beijing limita la exportación a Estados Unidos de tierras raras indispensables a la fabricacion de los semi-conductores…

La Inteligencia Artificial (IA) plantea muchos problemas a nuestras sociedades. Problemas ecológicos, de discriminación; de transparencia; además de los enormes riesgos de desinformación y manipulación a través de tecnologías como los deepfakes. La IA generativa puede crear contenido simulado muy convincente que puede usarse para difundir noticias falsas, influir en elecciones y dañar reputaciones.

Otros desafíos incluyen la privacidad de los datos, la ciberseguridad, la dependencia tecnológica y dilemas éticos sobre la autonomía, la «humanización» de las máquinas, y el uso de la IA en áreas como las armas letales. 

La proliferación de centros de datos que albergan servidores de IA produce desechos de equipos eléctricos y electrónicos. Además, dependen de minerales críticos y elementos raros que a menudo se extraen de forma insostenible (coltán). Y utilizan cantidades masivas de electricidad, lo que emite más gases de efecto invernadero que calientan el planeta y aceleran el cambio climático. La IA actual requiere una infraestructura energética masiva y en constante crecimiento para funcionar, a medida que mejoran los modelos de IA a gran escala. Un informe reciente (The Shift Project) demostró que las necesidades de electricidad de los centros de datos podrían triplicarse para 2030, lo que también implica un aumento anual del 9 % en las emisiones de gases de efecto invernadero…

Por otra parte, la inteligencia artificial (IA) está afectando fuertemente nuestras vidas cuando ya padecemos una dependencia excesiva de la tecnología. Y cuando ya tenemos un severo problema con el mal uso en general que hacemos con esas tecnologías.

V. LA IZQUIERDA Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Con respecto a las nuevas tecnologías, debemos admitir que muchos compañeros y compañeras de izquierda tenemos un problema con las tecnologías emergentes.

Existe una tendencia antigua y generalizada a confundir la tecnología con el sistema capitalista y con la matriz particular de relaciones de poder en la que se desarrolla.

En este sentido, la IA se analiza a veces como un fenómeno totalmente negativo en el contexto de las relaciones sociales capitalistas : un conjunto de tecnologías desplegadas por la clase dominante en su propio interés para degradar y sustituir el trabajo humano.

Para una parte de la izquierda, la IA se convierte simplemente en un sustituto de los oligarcas, el capitalismo de plataformas o el Estado vigilante, es decir, un montón de basura malvada que hay que rechazar.

Por eso, en relación con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), conviene recordar que, en el transcurso de la lucha revolucionaria, Fidel Castro, en Cuba, siempre les prestó una atención priorizada. Desde el mismo triunfo de la Revolución cubana se puso de manifiesto la capacidad de Fidel para estar al tanto de los últimos adelantos de las tecnologías relacionadas con la información y la comunicación y las telecomunicaciones. Fidel pensaba claramente en la necesidad de poner esos avances a disposición del desarrollo de Cuba.

Es así como a mediados de la década de 1960 toma impulso la formación del personal en el campo de la computación en la Educación Superior. La enseñanza de la Informática también constituyó una estrategia nacional desde la primera mitad de la década de 1970. En visita al Centro de Investigaciones Digitales (CID), adscripto a la Universidad de La Habana, en 1972, Fidel expresó: «Compañeros, he venido aquí después de ver aquella computadora, —se refería a la IRIS 50—para solicitarles que hagan muchas computadoras para que el pueblo, los estudiantes puedan tener acceso a ellas, estudiarlas, aprender la computación. Somos un país sin recursos naturales ; pero tenemos un recurso muy importante : la inteligencia del cubano, y tenemos que desarrollarla. La computación logra eso y estoy convencido de que los cubanos tenemos una inteligencia especial para dominar la computación«.

Fidel alentó el programa de los Joven Club de Computación y Electrónica, iniciado el 8 de septiembre de 1987. Y comentó que «una sociedad que no se prepara para el uso de la computación está liquidada«.

En 1996, Fidel logró el acceso de Cuba a Internet a pesar del bloqueo. Y en el marco de los múltiples programas de la Batalla de Ideas, impulsó el uso de las TIC en Cuba. Se incrementó el acceso a Internet y la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) se inauguró en 2002.

También hay que tener en cuenta que Carlos Marx argumentó que la tecnología no se desarrolla bajo el capitalismo para mejorar la sociedad o para «aligerar el trabajo», sino para producir plusvalía o beneficios para el capital. Por lo tanto, dice Marx, el capital no utilizará la tecnología a menos que ésta pueda realizar tareas más baratas que la mano de obra más barata disponible.

Desde esta perspectiva, debe quedar claro que el capital tiene hoy un gran interés en automatizar el alto costo de la mano de obra técnica y profesional, es decir, las formas de trabajo aparentemente más vulnerables a la actual disrupción de la IA.

VI. UN APOCALIPSIS DEL EMPLEO

Las más temidas consecuencias que la IA podría tener en nuestras sociedades conciernen sobre todo el mercado laboral. Y eso está encendiendo las alarmas. Algunos expertos hablan ya de «Apocalipsis del empleo». Porque muchos estudios advierten de la probabilidad de que la IA y los «robots intelectuales» reemplacen decenas de millones de empleos.

En muchos casos, la IA tenderá a sustituir el trabajo intelectual de los seres humanos. En las economías avanzadas, alrededor de un 60% de los empleos pueden verse afectados por la IA. Todas las tareas repetitivas serán inexorablemente sustituidas por la IA.

Según algunos estudios de la ONU, 980 millones de empleos en todo el mundo van a verse afectados de alguna manera por la nueva tecnología IA en un año. O sea, el 28% de la fuerza laboral planetaria.

Estamos ante unos cambios gigantescos, de magnitudes parecidas a los que siguieron a la revolución industrial del siglo XIX. Esta es una revolución industrial que está creciendo exponencialmente. «La IA va a sustituir literalmente la mitad de todos los ejecutivos de EEUU«, ha declarado, por ejemplo, Jim Farley, presidente de Ford. Marc Benioff, patrón de Salesforce, la empresa número 1 del mundo en gestion de la relación cliente (CRM), acaba de afirmar: «La IA nos está permitiendo ganar un 30% más de productividad en materia de ingeniería. Ya no vamos a contratar más programadores. Ese trabajo lo hace ahora la IA. Somos los últimos patronos de empresa en gestionar solamente a humanos. A partir de ahora deberemos dirigir a humanos y a criaturas de IA«

La perspectiva de una automatización generalizada del trabajo «mental», «intelectual» o «cognitivo» podría iniciar un proceso de «proletarización» de la «clase profesional-gerencial», o al menos de parte de ella.

Incluso si estos trabajadores acaban por pasar a nuevos sectores, la transición no siempre será fácil y puede ser políticamente inestable (como vimos en las zonas desindustrializadas del Rust Belt en Estados Unidos, afectadas por altos niveles de desempleo, que se pasaron electoralmente, en gran número, a Donald Trump).

La IA podría golpear directamente el corazón de una de las principales fuentes de estabilidad capitalista a lo largo de más de un siglo: los trabajadores de clase media, los ejecutivos de las empresas y de la banca, relativamente estables que disfrutan de salarios decentes y de cierta autonomía en el trabajo, y que (en su mayoría) consideran que sus intereses están alineados con los del capital.

Otros analistas describen a OpenAI y otros actores poderosos de las nuevas tecnologías como imperios : durante el colonialismo, los imperios se apoderaron de territorios y extrajeron recursos, explotaron a la mano de obra subyugada y proyectaron ideas racistas y deshumanizadoras de su propia superioridad y modernidad para justificar la explotación y la imposición de su orden mundial. La metáfora es muy acertada. Aunque sostienen también que, en este momento crucial, todavía es posible «recuperar el control sobre el futuro de esta tecnología».

La IA podría transformar radicalmente las relaciones entre el trabajo y el capital, y nuestra forma de vivir, trabajar y pensar. Esta lucha podría configurar el terreno del capitalismo durante las próximas décadas.

Se necesitarán pensadores, teóricos sociales y sindicalistas tanto como economistas, visionarios tecnológicos o expertos en informática.

Sin una izquierda que piense seriamente en configurar activamente el futuro de la IA, nos veremos obligados a limitarnos a reaccionar ante un futuro oscuro creado por los oligarcas tecnológicos.

VII. LAS REDES SOCIALES AHORA SON DE DERECHA

La realidad es que, como decíamos, con esta aceleración de la IA, las redes sociales van a poder manipular y desinformar con mayor eficacia.

El 4 de septiembre pasado, Donald Trump se reunió en la Casa Blanca con una treintena de grandes oligarcas de las principales firmas tecnológicas gigantes de vanguardia de EEUU (excepto Elon Musk): las BIG TECH. Ahí se habló de la necesidad de «americanizar» TikTok. Y, de hecho, ahora TikTok ya se ha vuelto de derechas. La red social de mayor crecimiento en el mundo y la más popular entre los jóvenes, operará finalmente en EE UU bajo una empresa segregada de la matriz china, pero con una junta directiva controlada por la Casa Blanca.TikTok es una plataforma especialmente implantada entre los menos de 30 años, y sirve como correa de transmisión de ideas y mensajes para un segmento de población mayormente ajena a los otros medios de comunicación. En España, por ejemplo, Vox tiene unos 750.000 seguidores en TikTok, más del doble que PSOE (150.000), Sumar (85.000) y PP (70.000) juntos.

TikTok es la última gran red social en dar ese giro conservador. Ya lo hicieron Facebook e Instagram cuando, al poco de ganar Trump las elecciones en noviembre de 2024, su dueño, Mark Zuckerberg, se convirtió en un simpatizante del movimiento MAGA. Dos años antes, Elon Musk convirtió Twitter en X, una plataforma cuyo algoritmo da especial visibilidad a publicaciones racistas, engañosas o que apoyan a candidatos ultraderechistas de todo el mundo.

Ahora todas las plataformas masivas de redes sociales de Estados Unidos están controladas por la derecha. Las grandes plataformas digitales han dejado de ser solo empresas tecnológicas : son actores políticos con un sesgo claro, una extensión del poder de los Estados. Que hoy estén mayoritariamente controladas por ultraconservadores significa que esos sectores han comprendido que las redes sociales y su imponente capacidad para redefinir la comunicación y la conversación global han sido y son herramientas indispensables en su conquista del poder.

VIII. ISRAEL Y LA HASBARA

A principios del mes de octubre pasado, en Nueva York,cuando se debatía la necesidad de «americanizar» TikTok, el primer ministro de Israel, Benyamin Netanyahu, afirmó, ante un grupo de influencers, que las redes sociales son el “arma más importante” y que controlar TikTok era “decisivo”. En esa reunión, Netanyahu añadió : «La compra más decisiva que se está llevando a cabo ahora mismo es la de TikTok… Espero que se concrete porque puede ser trascendentalLas armas cambian con el tiempo, y hoy las más importantes son las redes sociales”.

Netanyahu sabe de lo que habla. Porque sus servicios de propaganda han utilizado masivamente las redes sociales para defender su punto de vista pro-israelí en el escenario mundial. El genocidio de Israel contra los palestinos de Gaza es un ejemplo contundente de la movilización estratégica del espacio informativo en apoyo de operaciones militares.

Israel ha integrado la dimensión informativa en su estrategia para tratar de convencer a la opinión pública internacional de la legitimidad de sus acciones.

La batalla informativa, la lucha por el sentido, la guerra cognitiva, la imposición de una narrativa dominante se han convertido en elementos estratégicos fundamentales en las operaciones militares contemporáneas. Los esfuerzos realizados a nivel político para justificar los crímenes de guerra de Israel y su posición con respecto a Palestina forman parte de lo que los israelíes denominan hasbara. La hasbara se sitúa a medio camino entre la diplomacia pública y la propaganda.

En los últimos años, la hasbara ha estado bajo la responsabilidad de diferentes administraciones en Israel. Incluso se le dedicó un Ministerio, encargado de la coordinación estratégica y las relaciones con los medios de comunicación.

La Cancillería solicitó en 2025 que se le asignara un presupuesto de 150 millones de dólares para la propaganda; también convocó a decenas de ONG implicadas en la hasbara a una conferencia con la missión de fijar los objetivos de la «guerra informativa proisraelí».

El Ministerio de Defensa también participa en estas discusiones. El ejército israelí dispone de una gran autonomía en este sentido, debido al papel que desempeña la Unidad del portavoz de Ejército. Con una sala de redacción que funciona las 24 horas del día y una plantilla de más de mil personas, se encarga de la comunicación operativa y de responder a las solicitudes de los periodistas nacionales y extranjeros.

La ONG StandWithUs, por ejemplo, participa en la diplomacia pública israelí desde 2001. Subvencionada por el Estado, es una de las organizaciones sionistas más influyentes, con más de 18 oficinas en todo el mundo y un presupuesto anual de más de 25 millones de dólares.

Entre las iniciativas de la sociedad civil israelí en favor de la propaganda del regimen, la ONG Israeli Spirit fue una de las primeras en surgir tras el 7 de octubre de 2023.

Cuenta con cerca de 25.000 voluntarios para llevar a cabo operaciones informativas defensivas, en particular contra Hamás. También fue la primera en crear bases de datos en Google Drive con narrativas para difundir masivamente en las redes sociales.  Esta organización se estructuró rápidamente y encontró el apoyo del gobierno israelí.

El Foro para la Defensa y la Seguridad de Israel (IDSF) agrupa a más de 20.000 oficiales y comandantes de reserva o veteranos del ejército israelí. A través de la agencia B&K, especializada en comunicación estratégica a escala de la Unión Europea, se ha puesto en contacto con centenares de investigadores de think tanks y de institutos de investigación europeos para presentarles las narrativas israelíes.

Para ello, el Foro ha elaborado informes semanales, al tiempo que ha proporcionado a los investigadores identificados videos informativos y material documental.

IX. ¿CÓMO FUNCIONA LA DESINFORMACIÓN HOY?

Los algoritmos de la Inteligencia Artificial promueven lo que suscita mayor atención en los consumidores de contenidos de redes sociales, porque eso genera más ganancias a través de la venta de publicidad. Y a ese respecto, todos los estudios demuestran que los mensajes de extrema derecha provocan muchas más interacciones, muchas más polémicas, tanto a favor como en contra, y eso hace que los algoritmos refuercen y promuevan más esos contenidos de derechas. Se estima que el 62% de la información que circula en la redes sociales es falsa. Y peor aún, que el 70% de los que reciben esta información falsa la comparten sin verificar

Al promover el odio contra las mujeres, los inmigrantes y la población LGTB, al apelar a las pasiones más viscerales de la ciudadanía, la violencia y el insulto, el modelo de negocio de las principales redes sociales está directamente relacionado con la capacidad de Donald Trump y de las extremas derechas del mundo para movilizar a sus votantes.

Se normalizan discursos que antes eran marginales, se amplifica la polarización y se alimenta una sensación de desconfianza hacia la prensa, la democracia, la política, las instituciones o la ciencia. Se crea así un paisaje mediático donde la desinformación y el conspiracionismo circulan con más fuerza. Es una deriva que convierte a las redes en trincheras ideológicas y debilita el espacio común de diálogo que necesitan las sociedades democráticas.

El caso de TikTok nos enseña que Donald Trump seguirá apelando a la Seguridad Nacional para interferir y controlar la vida pública de los ciudadanos, sentando las bases para un giro hacia el autoritarismo y la vigilancia política del contenido de los medios libres, lo que acaba con todo atisbo de un Internet libre.

Con esta situación, el riesgo para los medios de comunicación aún libres es mayor que nunca..

No es una exageración : desde hace unas semanas Google ha introducido en sus resultados de búsqueda resúmenes automáticos (AI overviews) que muestran un extracto del contenido de múltiples fuentes directamente en la página de resultados, sin necesidad de que el usuario haga clic para leer el artículo completo.

Según informan varios estudios estos resúmenes están provocando caídas muy significativas en las tasas de clics hacia los artículos originales en los sitios web de los medios de prensa.

No solo ocurre con los medios digitales : foros, redes sociales y sitios como Wikipedia también acusan la caída. Hay estudios que dicen que solo el 1% de los usuarios de resúmenes IA acaba llegando a la fuente original.

Ahora que habíamos cambiado nuestra forma de trabajar para adaptarnos a Google, nos vuelven a cambiar las reglas del juego.

A mediados de octubre pasado, Google fue más lejos, activó, para Europa, en su buscador el ModoIA. Desde la irrupción de la IA, las búsquedas en Google han caido por primera vez. Wikipedia está en caída libre. Ahora OpenIA, la creadora de ChatGPT, anuncia que va a lanzar su propio navegador Web impulsado por IA. El reinado de Google Chrome comienza a declinar…

En definitiva, los lectores, al encontrar lo que buscan directamente en el resumen realizado por IA, ya no sienten la necesidad de visitar la página de origen. Y para los medios esto supone un doble problema : por una parte, pérdida de ingresos publicitarios o de suscripciones, porque al no generarse tráfico desde los buscadores, se reduce la monetización. Por otra parte, hay preocupación por la visibilidad de sus marcas : si los usuarios consumen contenido sin ver el artículo original, el reconocimiento del medio se debilita.

La degradación de la calidad informativa (y democrática) comenzó el día en que los medios cedieron la autopista informativa y se inició un proceso de degeneración progresiva del ecosistema virtual. Hoy, en las redes, reina la desinformación, la manipulación, las fake news, la post-verdad, las verdades alternativas, el conspiracionismo, los discursos de odio.

X. PRODUCIR TEORÍA

Cada día es más dificil informarse. Reina la confusión, la desconfianza, la mentira. Este es, con el auge irresistible de la Inteligencia Artificial, un nuevo y capital desafío para las izquierdas. Las cuales están, sin duda, del buen lado de la Historia pero siguen teniendo dificultades para imponer su narrativa.

De ahí la imperativa necesidad de repensar la comunicación, de afinar las narrativas, de relanzar la batalla de ideas, de ganar la guerra cognitiva. Y, con más urgencia que nunca, ponerse -sobre estas cuestiones- a producir teoría, a producir teoría, y a producir teoría.

Documentos consultados:

  • «La pérdida de empleos por la IA es una amenaza grave», por H. Buck y M. Huber, Jacobin, Nueva York, julio de 2025.
  • El imperio de la IA. Sam Altman y su carrera por dominar el mundo, de Karen Hao, Ediciones Península, Barcelona, 2025.
  • Entrevista con Karen Hao: «La industria de la Inteligencia Artificial es un imperio colonialista», Wired, 21 de junio de 2025.
  • «Israel contra Hamás : investigación sobre las estrategias de una guerra informativa sin fin», por Amélie Ferey, Le Grand Continent, París, 8 de octubre de 2025.

Autor: Ignacio Ramonet

Wednesday, 8 October 2025

Canadá, el infierno viviente que desconoces, “una prisión monstruosa en la que elegimos vivir”

 "Ser o no ser: esa es la pregunta."

 May be a black-and-white image

No eres libre, eres un experimento
 
Por Txema García: Tú, que estás leyendo esto. Tú, que empiezas a sentir que algo no encaja. Que el mundo se ha vuelto hostil, que nadie te escucha, que todo está diseñado para que pierdas. Tú, que crees que la ultraderecha tiene respuestas. Que señala culpables, que grita lo que tú callas, que promete “orden” en medio del caos. Déjame decirte algo: te están utilizando. Te están convirtiendo en carne de cañón. En una rata de laboratorio para perfeccionar el régimen de explotación más sofisticado que ha conocido la historia: el capitalismo salvaje y rampante que gobierna el planeta.
 
Cada día recibes tu ración de alienación. En el trabajo que no te llena, en el salario que no alcanza, en la pantalla que te distrae. Te han enseñado a desconfiar del pobre, del migrante, del diferente. Te han convencido de que el enemigo está abajo, cuando siempre ha estado arriba. En los consejos de administración, en los fondos de inversión, en las transnacionales que saquean recursos y vidas. En los algoritmos que moldean tu pensamiento sin que lo notes.
 
La ultraderecha no quiere liberarte. Quiere canalizar tu rabia para proteger a los verdaderos amos del sistema. Te ofrece una identidad falsa, una comunidad basada en el odio, una épica que solo sirve para dividir. Mientras tú gritas contra el “otro”, ellos siguen acumulando poder. Mientras tú compartes memes de confrontación, ellos diseñan nuevas formas de control. Mientras tú crees que estás despertando, ellos perfeccionan tu jaula.
 
Tu día comienza antes de que amanezca. El despertador suena como una orden. No te levantas: te despliegas. Revisas el móvil antes de abrir los ojos. Notificaciones, titulares, ofertas, alarmas. Ya estás dentro. El algoritmo te da los buenos días. Te dice qué pensar, qué temer, qué desear. Te duchas rápido, desayunas lo justo, y sales a la calle como quien entra en una fábrica invisible.
 
El transporte público es una procesión de rostros apagados. Nadie habla. Todos miran pantallas. El mundo real se ha vuelto decorado. Lo importante ocurre en otro sitio: en el feed, en el scroll, en el clic. Llegas al trabajo. No importa si es oficina, almacén, aula, hospital. El patrón es el mismo: productividad, obediencia, simulacro. Te piden que sonrías, que rindas, que no pienses demasiado. Que no cuestiones. Que no sientas.
 
A mediodía comes rápido, solo o con otros que también están solos. Hablas de fútbol, de series, de ofertas. Nunca del sistema. Nunca del dolor. Nunca del miedo. Porque eso no se dice. Porque eso no vende. Porque eso incomoda. Vuelves a trabajar. Te sientes cansada-o, pero no sabes por qué. No has corrido, no has luchado, no has creado. Solo has obedecido. Solo has sido útil.
 
Al salir, el algoritmo te espera. Te ofrece distracción, indignación, consumo. Te dice que el enemigo es el migrante, el pobre, la feminista, el queer. Te empuja a compartir memes de odio, a firmar peticiones que no cambian nada, a sentir que participas sin moverte del sofá. Mientras tanto, los verdaderos amos del sistema —los fondos de inversión, los complejos militares-industriales, las transnacionales extractivistas— siguen saqueando el mundo. Y tú, sin saberlo, les haces el trabajo sucio.
 
Cenas con prisa. Ves algo en una plataforma que decide por ti. Te acuestas con el móvil en la mano. Lo último que ves no es el rostro de alguien que amas, sino una pantalla que te vigila. Y cuando duermes, tus sueños ya no son tuyos. Son pesadillas de éxito, de competencia, de miedo. Sueñas que llegas tarde. Que no rindes. Que no encajas. Que no eres suficiente. El algoritmo también programa tu descanso.
 
Y así, día tras día, te conviertes en lo que ellos necesitan: un cuerpo dócil, una mente distraída, una emoción manipulable. No eres libre. Eres un experimento. Un dato. Un engranaje. Y si no lo ves, seguirás siendo parte del problema.
 
Pero hay salida. No en el odio, no en la nostalgia, no en el “sálvese quien pueda”. La salida está en la conciencia. En la cooperación. En la desobediencia. En la pedagogía que te enseña a pensar por ti mismo. En la izquierda que no se vende, que no gestiona, que no pacta con el algoritmo. En las flotillas de libertad que se construyen desde abajo, con cuerpos, con afectos, con comunidad.
 
No te dejes atrapar. No te conviertas en lo que ellos necesitan. No confundas ruido con verdad. No confundas orden con justicia. No confundas pertenencia con sumisión.
La verdadera revolución no grita: escucha. No señala: abraza. No promete: construye. Y empieza por ti. Por mi. Por todas nosotras y nosotros. ¿A que esperamos para rebelarnos?
 
Txema García, periodista y escritor
 
 

Pobrecito mi patrón (En vivo) - Facundo Cabral

 
 

Tuesday, 30 September 2025

Canadá, el infierno viviente que desconoces, “una prisión monstruosa en la que elegimos vivir”

 Los dos enemigos del pueblo son los criminales y el gobierno, así que atemos a los segundos con las cadenas de la Constitución para que no se conviertan en la versión legalizada de los primeros. - Ninguno conocido.

 May be art

Argentina: del lawfare a la neocolonia fascista
 
Por Claudia Rocca: La jurista Claudia Rocca analiza la estrategia del imperialismo en Nuestra América que socava las bases democráticas de los Estados afectados al comprometer la capacidad de autodeterminación y promover la subordinación a agendas externas.
 
En los últimos meses en nuestra región el rol del poder judicial ha sido protagónico: desde el lawfare orquestado contra la expresidenta de Argentina hasta las históricas condenas contra expresidentes de la extrema derecha regional, como Álvaro Uribe Vélez en Colombia y Jair Bolsonaro en Brasil. Sin embargo, vale la pena aclarar que, muy por el contrario de lo que intenta instalar la prensa hegemónica sobre la similitud de los casos de lawfare con los de justicia por delitos comprobados, ambos responden a naturalezas muy diferentes. Para comprender mejor el lawfare como estrategia del imperialismo en Nuestra América, pedimos a Claudia Rocca de la Asociación Americana de Juristas una contribución a este debate:
 
«El lawfare es una guerra política por la vía judicial-mediática, que responde a intereses económicos, políticos y geopolíticos. Involucra a jueces, fiscales, corporaciones de la comunicación, periodistas y líderes de opinión, policías, funcionarios de embajadas y agentes de inteligencia, tanto locales como extranjeros.
 
Se caracteriza por el abuso de prisiones preventivas, delaciones premiadas y veredictos construidos sin respetar el debido proceso judicial, mediante acoso y desmoralización a través de los medios de comunicación. Incluye allanamientos de locales políticos y hogares de militantes, persecución y amenazas a familiares, obligando a situaciones de exilio y refugio político, manipulación y propagación de miedo en los involucrados en determinados procesos políticos.
 
En los últimos años, estas tácticas han sido utilizadas contra decenas de líderes políticos y/o exfuncionarios/as de gobiernos en Argentina, Ecuador, Chile, Brasil, Bolivia, Perú y El Salvador, vinculados a gobiernos, programas o proyectos que cuestionan con mayor o menor alcance la ortodoxia neoliberal.
 
Esta guerra opera “desde arriba”, por medio de un aparato judicial que se coloca por encima del poder legislativo y del ejecutivo, ampliando el margen de maniobra y poder para los jueces, quienes se involucran en operaciones políticas, desencadenando la pérdida de equilibrio entre poderes, permitiendo una creciente “juristocracia” y normalizando en muchos casos el doble rasero de la ley. Este proceso histórico de reposicionamiento del poder judicial por sobre los demás, es característico del neoconstitucionalismo, orden jurídico predominante en buena parte de Europa y América Latina en las últimas décadas.
El encumbramiento del aparato judicial y la selectividad en los casos judiciales, se articula con un rol protagónico de los medios de comunicación, que operan para la criminalización de sectores o líderes y lideresas políticos. Se suman voces de “especialistas”, muchas provenientes de “centros de pensamiento de expertos” de EE. UU., a quienes se les atribuye una pretendida “fuerza de verdad” en los principales medios y redes sociales.
 
Es llamativo el rol que juegan agencias del gobierno estadounidense como la USAID y otras, así como intereses del sector privado estadounidense: ambos están involucradas tanto en los procesos judiciales como en los resultados y eventos posteriores a los mismos, que muestran la instrumentalización del aparato judicial-mediático a favor de objetivos económicos, políticos y geopolíticos foráneos, que comparten intereses y negocios con minorías privilegiadas locales.
 
Pero este mecanismo no se agota en los ámbitos internos de los países. Para aquellas naciones en las cuales el nuevo poder económico occidental no ha logrado horadar los procesos políticos nacionales y soberanos, aplican las mismas recetas utilizando el sistema internacional de flujo de divisas, los aranceles y rutas comerciales, los sistemas de prevención de lavado de dinero, los sistemas de control migratorio, con vías de sanciones y medidas coercitivas unilaterales, con cargos y acusaciones, solo basadas en decisiones de oficinas administrativas y, por tanto, son meras decisiones políticas de la administración estadounidense.
 
Varias publicaciones del ámbito militar consideran que el lawfare es uno de los componentes de nuevas guerras “no convencionales”, como la guerra híbrida. Guerra que puede ser ejercida por actores estatales o no estatales, que actúan con todas las modalidades del espectro de este tipo de guerra, considerando las capacidades militares convencionales, tácticas y unidades de combate no convencionales, u otras acciones terroristas, planificación del caos mediante hechos de violencia, ciberguerra, guerra financiera o mediática.
Bastará invocar lo “no legal” de las leyes/normas de otros Estados, que no se apegan al canon occidental, para que sean catalogadas como violentas (“amenaza inusual y extraordinaria”), pretendiendo legitimar así ataques que hoy cobran dimensiones múltiples.
Si bien, como hemos dicho, el lawfare constituye una herramienta utilizada desde el Estado, el gobierno o desde minorías privilegiadas a nivel local, también lo es a nivel transnacional, implementada desde el norte global.
 
Para las naciones que se someten, este es el núcleo de las relaciones coloniales y de dependencia exacerbadas con la expansión del capitalismo. En el marco de esta desigual relación, EE. UU. y sus aliados reorganizan el escenario a favor de los intereses de una red transnacional de poder, creando una suerte de “orden jurídico legítimo”; y definen el alcance de su jurisdicción, desconociendo la soberanía de los estados más débiles que no tienen capacidad de imponer su ley por la fuerza o de ejercer resistencia.
 
La jurisdicción no es simplemente una regla, sino que determina qué reglas se aplicarán, dónde, cómo y quiénes lo harán. Allí radica el poder de sometimiento del centro de poder occidental sobre nuestros países latinoamericanos, vehiculizado a través del lawfare.
La instalación de esta “juristocracia” ha tenido como consecuencia la judicialización de la gran política y de la democracia, pues al deslegitimar y neutralizar a lideresas y líderes políticos incómodos para ciertos intereses económicos y geopolíticos no solo afectaron a las y los individuos directamente implicados, sino que socavaron las bases democráticas de los Estados afectados, comprometiendo su capacidad de autodeterminación y promoviendo la subordinación a agendas externas.
 
El caso argentino
 
La persecución judicial de los líderes y las lideresas políticos y sociales en la Argentina viene desarrollándose desde el final de la última gestión de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, momento en el que comienzan a tomar protagonismo personajes que desfilaban por los medios de comunicación, denunciando la supuesta corrupción de las y los funcionarios kirchneristas, sin argumentos probatorios, pero con una gran espectacularidad e impacto que les brindaban los medios de comunicación masivos. Los ataques tenían especial epicentro en la figura de la primera mandataria, e incluso llegaron a instalar la idea de que ella era la autora intelectual de la muerte del fiscal Nisman, a pesar de que toda la prueba recabada en la investigación dio cuenta que se trató de un suicidio.
 
El fuero penal federal, junto con otros altos funcionarios del Poder Judicial, se convirtió en el principal partido de oposición. Este proceso fue determinante para el triunfo de Mauricio Macri, cuya gestión sumió al país en un proceso de desindustrialización, concentración de riquezas a través de la especulación financiera, entrega de recursos estratégicos, debilitamiento de la capacidad del Estado, mientras se multiplicaban las causas que criminalizaron al kirchnerismo en particular, y a las y los líderes sociales del campo popular en general. Milagro Sala es el ejemplo más paradigmático. En la última parte de su mandato, Macri contrajo en tiempo récord un endeudamiento formidable. Los casi 50.000 millones de dólares otorgados por el FMI en forma absolutamente irregular son parte del monto que se fugó del país a posteriori.
 
Fruto de la evidente inviabilidad de dicho programa de gobierno y del deterioro social y económico causado, en el 2019 el peronismo ganó las elecciones presidenciales. Pero, claramente, no obtuvo el poder. El lawfare no cedió ni un ápice.
 
Una de las causas emblemáticas es sin duda la llamada causa “Vialidad”, en la que se condenó a 6 años de prisión a Cristina Fernández de Kirchner por la comisión del delito de administración fraudulenta. En el marco de dicho proceso se han violado las garantías de defensa en juicio, emanadas del artículo 380 del Código Procesal Penal de la Nación, con base en el artículo 18 de la Constitución Nacional y reforzado por los tratados componentes del Derecho Internacional de los Derechos Humanos; se han violentado el elenco de reglas sobre la conducta judicial conocido como Principios de Bangalore (adoptado por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas en su Resolución E/CN.4/2003/65/Anexo de noviembre de 2002, aprobado formalmente el 10 de enero de 2003), atento la pública y notoria falta de imparcialidad del sentenciante y sus evidenciados vínculos con la fiscalía. En la arbitrariedad judicial manifestada en los procedimientos seguidos contra la vicepresidenta se observan los mismos patrones persecutorios que en las proscripciones políticas de los demás líderes latinoamericanos, y ello se aprecia claramente a partir de una sentencia que en nada se relaciona con la prueba producida en el expediente, donde no ha sido incorporado ningún elemento que acrediten las conductas que se le atribuyen a la exmandataria.
 
Luego de una confirmación por parte de la Cámara de Casación —que no atendió a ninguno de los argumentos antes señalados—, en solo dos meses la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme la condena —mientras las demás causas aguardan años e incluso décadas—. Con el ya habitual anuncio previo y preciso de los medios, el inconstitucional fallo logró el propósito acuñado desde el inicio: la proscripción de Cristina.
 
Podemos afirmar que el lawfare fue un factor central en el acceso al gobierno de Javier Milei, personaje con características siniestras, impulsado y sostenido por tres centros de poder económico: el financiero especulativo y de inversión en recursos estratégicos (como la JP Morgan, BlackRock, y otros), los grupos denominados “señores tecnofeudales” —amos de la las redes— y los medios de comunicación.
 
A partir de su asunción, Milei llevó adelante un proceso de desmantelamiento del Estado; vaciamiento de las políticas públicas para el desarrollo, de derechos humanos, de inclusión, de género y diversidad, en el marco de un proceso de devastación económica; el despliegue de medidas represivas con la expansión de las fuerzas y órganos de seguridad, destinado a acallar la protesta social ante el vaciamiento de un sistema estatal para la efectiva protección de los derechos económicos sociales y culturales; y el empobrecimiento brutal de la población.
 
Se produjeron despidos masivos, mientras se privatizan empresas, recursos estratégicos y otros bienes públicos. El intento de suprimir los derechos laborales, combinado con la persecución a las organizaciones sindicales, sociales y de economía popular —denuncias penales, quita de los alimentos y otras prestaciones garantizadas por programas sociales que fueron abruptamente descontinuados— dan cuenta de un proyecto político de acumulación en favor de los sectores concentrados de la economía y la especulación financiera. En el marco de un proceso inflacionario, por la desregulación de los factores económicos esenciales como servicios, prestaciones y precios en general, se produjo una abrupta pérdida del poder adquisitivo de los salarios y el aumento de la desocupación y la pobreza.
En 2024, las pequeñas y medianas empresas contabilizaron una pérdida de más de 217.000 puestos de trabajo y el cierre de 9.923 empresas, según informó Industriales Pymes Argentinos (IPA). Los sectores más afectados fueron la construcción y la industria, con 69.738 y 25.186 puestos menos, respectivamente. En el sector público, entre noviembre de 2023 y mayo de 2025 se eliminaron más de 180.000 puestos de trabajo. Se produjo un aumento del trabajo informal y condiciones laborales de semi-esclavitud.
 
La pérdida de poder adquisitivo de los ingresos, producto del cambio en la política económica implementada por el actual gobierno, representó la mayor caída mensual de los últimos 30 años (8,4 por ciento interanual en el poder adquisitivo).
 
Hubo una contracción del consumo de mayor magnitud tanto en las ventas de supermercados y autoservicios, como en comercios minoristas de distintos rubros. En el 2025, la inflación está cediendo, solo fruto de una recesión económica y deterioro de todos los factores, sin precedentes. Las consecuencias en términos humanos son hoy evidentes y alarmantes.
 
Este acelerado proceso de devastación fue acompañado de una práctica y retórica fascista, trasuntando desprecio por la condición humana, una concepción supremacista, patriarcal y el más servil e indigno sometimiento a los intereses de Estados Unidos y al gobierno genocida sionista de Israel, vociferado por el presidente argentino.
 
A modo de conclusión, podríamos ensayar a estas alturas una definición del fascismo en el siglo XXI como una práctica social que se manifiesta a través de movimientos políticos, impulsados por el nuevo poder económico imperante en Occidente, que utilizan el odio y la polarización como estrategias para socavar la democracia liberal, romper con el orden social y el Estado de derecho. Instalan así regímenes autoritarios y nepotismo, con programas económicos que propician acelerados procesos de concentración de riquezas, en beneficio de los grupos transnacionales a los que responden y favoreciendo la especulación financiera. Sus consecuencias son la destrucción de las organizaciones sociales, la exclusión de grandes mayorías, la devastación económica y la represión como método de control social.
 
El ejemplo argentino —como tantos otros— nos demuestra que la sumisión al actual poder económico occidental representado por Estados Unidos solo trae consecuencias infinitamente más trágicas que el costo de resistirlo. No solo no hay ningún beneficio ni misericordia: nos deja sin horizonte y sin futuro. Por ello, ceder o someterse no es opción para un pueblo soberano».
 
Claudia Rocca es presidenta de la rama argentina y vicepresidenta segunda continental de la Asociación Americana de Juristas, abogada, profesora universitaria especialista en Derecho Público y en Derecho Económico.

Saturday, 30 August 2025

Canadá, el infierno viviente que desconoces, “una prisión monstruosa en la que elegimos vivir”

Esta publicación no se puede compartir.                                                                                         En respuesta a la legislación del gobierno canadiense, no se puede compartir contenido de noticias.                           Más información. Esta página te pide que confirmes que deseas salir; es posible que la información que ingresaste no se guarde.

El gran chiste contra Venezuela: la geopolítica disfrazada de combate a la droga

por Pino Arlacchi*: Durante mi mandato al frente de la UNODD, la agencia de la ONU contra la droga y la delincuencia, estuve en Colombia, Bolivia, Perú y Brasil, pero nunca visité Venezuela. Simplemente no era necesario.

La cooperación del gobierno venezolano en la lucha contra el narcotráfico era una de las mejores de Sudamérica, solo comparable con el impecable historial de Cuba. Este hecho, en la delirante narrativa de Trump de «Venezuela como narcoestado», suena a una calumnia con motivaciones geopolíticas.

Pero los datos —los verdaderos— que surgen del Informe Mundial sobre Drogas 2025, la organización que tuve el honor de dirigir, cuentan una historia opuesta a la que difunde la administración Trump. Una historia que desmantela pieza por pieza la invención geopolítica construida en torno al «Cártel de los Soles», una entidad tan legendaria como el Monstruo del Lago Ness, pero apta para justificar sanciones, embargos y amenazas de intervención militar contra un país que, casualmente, se asienta sobre una de las mayores reservas de petróleo del planeta.

Venezuela según la UNODD: Un país marginal en el mapa del narcotráfico

El informe 2025 de la UNODD es clarísimo, lo que debería avergonzar a quienes han construido la retórica que demoniza a Venezuela. El informe apenas menciona a Venezuela, afirmando que una fracción marginal de la producción colombiana de drogas pasa por el país rumbo a Estados Unidos y Europa. Venezuela, según la ONU, se ha consolidado como un territorio libre del cultivo de hoja de coca, marihuana y productos similares, así como de la presencia de cárteles criminales internacionales. (https://www.unodc.org/unodc/data-and-analysis/world-drug-report-2025.html)

El documento simplemente confirma los 30 informes anuales anteriores, que omiten el narcotráfico venezolano porque no existe. Solo el 5% de la droga colombiana transita por Venezuela. Para poner esta cifra en perspectiva: en 2018, mientras 210 toneladas de cocaína transitaban por Venezuela, Colombia produjo o comercializó 2.370 toneladas (diez veces más) y Guatemala, 1.400 toneladas (en Colombia EEUU dispone de siete bases militares, rodeadas de productores de coca…).

Sí, leyeron bien: Guatemala es un corredor de drogas siete veces más importante que el supuesto temible narcoestado bolivariano. Pero nadie habla de ello porque Guatemala históricamente ha tenido escasez —produce el 0,01% del total mundial— de la única droga no natural que le interesa a Trump: el petróleo.

El Fantástico Cártel del Sol: ficción Hollywoodense

El «Cártel del Sol» es producto de la imaginación de Trump. Supuestamente está liderado por el presidente de Venezuela, pero no se menciona en el informe de la principal agencia antidrogas del mundo, ni en los documentos de ninguna agencia europea ni de casi ninguna otra agencia anticrimen del mundo. Ni siquiera una nota a pie de página. Un silencio ensordecedor que debería hacer reflexionar a cualquiera con un mínimo de pensamiento crítico. ¿Cómo puede una organización criminal tan poderosa como para merecer una recompensa de 50 millones de dólares ser completamente ignorada por quienes trabajan en el ámbito antidrogas?

Ecuador: El verdadero centro que nadie quiere ver

Mientras Washington levanta el fantasma venezolano, los verdaderos centros del narcotráfico prosperan casi sin interrupciones. Ecuador, por ejemplo, representa el 57% de los contenedores de banano que salen de Guayaquil y llegan a Amberes cargados de cocaína. Las autoridades europeas incautaron 13 toneladas de cocaína de un solo barco español, procedente precisamente de puertos ecuatorianos controlados por empresas protegidas por funcionarios del gobierno ecuatoriano.

La Unión Europea elaboró un informe detallado sobre los puertos de Guayaquil, documentando cómo «las mafias colombianas, mexicanas y albanesas operan ampliamente en Ecuador». La tasa de homicidios en Ecuador se disparó de 7,8 por cada 100.000 habitantes en 2020 a 45,7 en 2023. Sin embargo, Ecuador rara vez se menciona. ¿Quizás porque Ecuador produce solo el 0,5% del petróleo mundial y porque su gobierno no se ha acostumbrado a desafiar el dominio estadounidense en Latinoamérica?

Las verdaderas rutas de la droga: Geografía vs. Propaganda

Durante mis años en la UNODC, una de las lecciones más importantes que aprendí es que la geografía no miente. Las rutas de la droga siguen una lógica precisa: proximidad a los centros de producción, facilidad de transporte, corrupción de las autoridades locales, presencia de redes criminales establecidas. Venezuela no cumple casi ninguno de estos criterios.

Colombia produce más del 70% de la cocaína mundial. Perú y Bolivia concentran la mayor parte del 30% restante. Las rutas lógicas para llegar a los mercados estadounidense y europeo son el Pacífico hacia Asia, el Caribe Oriental hacia Europa y, por tierra, Centroamérica hacia Estados Unidos.

Venezuela, colindante con el Atlántico Sur, se encuentra en desventaja geográfica para las tres rutas principales. La logística criminal convierte a Venezuela en un actor marginal en el vasto escenario del narcotráfico internacional.

Cuba: El Ejemplo que los averguenza

La geografía no miente, pero la política puede vencerla. Cuba sigue representando el modelo de oro de la cooperación antidrogas en el Caribe. Una isla no lejos de la costa de Florida, una base teóricamente perfecta para el tránsito hacia Estados Unidos, pero en la práctica, permanece fuera del alcance del narcotráfico. He observado repetidamente la admiración de los agentes de la DEA y el FBI por las rigurosas políticas antidrogas de los comunistas cubanos.

La Venezuela chavista ha seguido consistentemente el modelo cubano en la lucha contra las drogas, inaugurado por el propio Fidel Castro: cooperación internacional, control territorial y represión de la actividad criminal. Ni Venezuela ni Cuba han tenido jamás grandes extensiones de tierra cultivadas con cocaína y controladas por grandes delincuentes.

La Unión Europea no tiene intereses petroleros particulares en Venezuela, pero sí tiene un interés concreto en combatir el narcotráfico que asola sus ciudades. La Unión ha elaborado su Informe Europeo sobre Drogas 2025. El documento, basado en datos reales y no en ilusiones geopolíticas, no menciona en ningún momento a Venezuela como corredor del narcotráfico internacional.

Esta es la diferencia entre un análisis honesto y una narrativa falsa e insultante. Europa necesita datos fiables para proteger a sus ciudadanos de las drogas, por lo que elabora informes precisos. Estados Unidos necesita justificación para sus políticas petroleras, por lo que produce propaganda disfrazada de inteligencia.

Según el informe europeo, la cocaína es la segunda droga más consumida en los 27 países de la UE, pero las principales fuentes están claramente identificadas: Colombia para la producción, Centroamérica para la distribución y diversas rutas a través de África Occidental para la distribución. Venezuela y Cuba simplemente no figuran en este panorama.

Pero Venezuela es sistemáticamente demonizada, en contra de cualquier principio de verdad. El exdirector del FBI, James Comey, ofreció la explicación en sus memorias posteriores a su renuncia, donde analizó las motivaciones inconfesables detrás de las políticas estadounidenses hacia Venezuela: Trump le había dicho que el gobierno de Maduro era «un gobierno sentado sobre una montaña de petróleo que tenemos que comprar». No se trata de drogas, delincuencia ni seguridad nacional. Se trata de petróleo que sería mejor no pagar.

Es por tanto Donald Trump quien merece una recompensa internacional por un delito muy específico: «calumnias sistemáticas contra un Estado soberano con el fin de apropiarse de sus recursos petroleros».

Pino Arlacchi fue Vicesecretario General de las Naciones Unidas y Director Ejecutivo de la UNODD, el programa antidroga y anticrímenes de la ONU.